Esta pequeña fruta se de ja encontrar y apreciar en el fresco Valle de Constanza que se ha convertido en uno de los lugares donde se producen grandes cantidades de este fruto del bosque. Fue en 1955, cuando José Pascual (Pepe) Roselló llegó a Constanza, y los lugareños se enteraron que esa plantita de frutos rojos se denominaba fresa.
Poco a poco la fresa fue ganando un espacio y se fue constituyendo en una realidad en la vida de este pueblo, que a su valor simbólico y gastronómico le añade un indiscutible valor económico. Actualmente Constanza cuenta con grandes plantaciones. Las más exitosas son las de Valle Nuevo, La Nevera y La Cotorra, demarcaciones ubicadas en la franja de los mil doscientos y mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Junto a la agradable temperatura ha intervenido la tecnología de punta para ayudar a convertir la zona en gran productora.
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