Costa Esmeralda, el secreto dominicano mejor guardado
Un trecho de playa completamente virgen hecho para ti, eso es lo que aguarda en un pedacito de la costa Este de República Dominicana. Nada que ver con Punta Cana, no es comercial y tiene un paisaje verdaderamente único. Ubicada al Sureste de la isla frente a la península de Samaná, es un lugar que poco locales conocen, muchos ni saben que existe; no saben lo que se pierden.
Saliendo del Aeropuerto Internacional de Las Américas con rumbo a Hato Mayor, conocido por su producción de cítricos, es una parada ideal para comprar naranjas en los fruteros de la carretera hasta llegar a la provincia vecina de El Seibo, donde está Playa Esmeralda. El trayecto es largo, aproximadamente 180 kilómetros, pero no tiene desperdicio con vistas panorámicas de la bahía que anticipan que el destino vale la pena.
Dos horas y media después llegamos a Miches, un pequeño pueblo costero que se puede recorrer bordeando la playa de tonos azules pálidos; nos recibe con un clima cálido y seco, perfecto para disfrutar del mar. El lugar tiene un encanto. Las yolas de los pescadores se deslizan lentamente y permiten captar el momento en el que extienden sus redes en el aire y caen al mar a contraluz.